Pendientes exclusivos, elaborados en plata artesanalmente, uno a uno, a partir de una hoja real de Ginkgo biloba.
Ginkgo
Todo aquello que nos rodea guarda en su interior una bella historia que espera ser oída y que, en este caso, merece ser contada. Y no es otra que la del “árbol de los cuarenta escudos” o como también le gusta ser llamando, el Ginkgo biloba. Un majestuoso y venerado árbol milenario adornado con unas peculiares hojas, en forma de abanico, que tornan de un intenso verde a un cálido dorado; terminando por desaparecer con el gélido solsticio invernal. Además de las múltiples propiedades que se le atribuyen, es portador de una importante enseñanza: es imposible renacer sin haber quedado reducido antes a cenizas. Considerado el único superviviente de la catastrófica bomba de Hiroshima, este árbol nos demuestra como cada primavera se convierte en una nueva oportunidad para resurgir con más fuerza y vitalidad. Esto lo convierte en un auténtico símbolo de resiliencia con el que muchos nos podemos sentir identificados. Si este es tu caso, y quieres materializar este símbolo para no olvidar nunca esta bonita enseñanza.
Julia Rus, Joyera Artesana.